Javier Hermoso de Mendoza
Javier Hermoso de Mendoza
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Nota: enviado al País del País Vasco el 5 de mayo de 2004, se publicó el domingo día 9 del mismo mes y año. Lo que parecía creíble (generalización de los malos tratos, connivencia de los mandos, relación con los métodos utilizados en Guantánamo, etc.) cuando saltaron a la prensa las fotografías de las torturas de la cárcel de Abu Ghraib, lo están confirmando las noticias que se van conociendo.



Sirva esta imagen para vergüenza de todos los promotores de la guerra de Irak.

TRATO INHUMANO

La filtración a la prensa de las vejaciones, abusos, torturas y trato inhumano que han sufrido algunos prisioneros iraquíes, han alarmado a un Bush que está en horas bajas y, error tras error, teme perder las elecciones. Lo que ha pasado en las cárceles de Irak y Afganistán no le ha preocupado al Presidente, el cual, al igual que el máximo responsable de la línea de mando, aún no ha tenido tiempo de leer los informes y ver las degradantes fotografías que figuraban en ellos. Por eso, el sentimiento de sentirse asqueado por un comportamiento que dice le repugna, no es creíble: los soldados norteamericanos que abusan de esa manera, y parecen haberlo hecho con el consentimiento de sus jefes, no hacen mas que seguir los ejemplos que les muestra su Gobierno. El reconocimiento sanitario ante las cámaras de TV del ex presidente iraquí, tratado como un animal expuesto al escarnio público, y, sobre todo, la detención en Guantánamo de prisioneros islámicos contra los que no existe otro cargo que la venganza de un presidente que cuando gobernaba Tejas parecía disfrutar mandando a la gente a la silla eléctrica, son las fuentes en las que han bebido esos soldados. Para que sea creíble el rechazo de Bush y su gobierno, deberá liquidar la cárcel de Guantánamo, y poner en libertad a todos los presos sobre los que no hay pruebas de haber ejercido el terrorismo. Lo demás es interesada hipocresía.

ARRIBA © 2003-2005 Javier Hermoso de Mendoza